Justo después del colado (e incluso antes), comienza en el concreto una serie de reacciones químicas que irán haciendo que este obtenga las propiedades que buscamos, como rigidez, resistencia, durabilidad etc. Pero para tener los resultados deseados, es importante cuidar las condiciones en que se encuentra nuestro concreto. Controlar la temperatura y la humedad es muy importante, a dicho proceso le llamamos curado.
En realidad no hay algún método de curado universal que sea aplicable a todas las obras, pues las diferentes condiciones climáticas en las que se encuentre nuestra obra nos darán la pauta para elegir ciertos métodos.
Existe el método tradicional, que consiste en proteger el concreto de la pérdida de humedad por evaporación durante el fraguado. Esto se puede lograr:
- Colocando aserrín o arena saturados de agua sobre la superficie del concreto.
- El papel de los bultos de cemento saturados igualmente de agua.
- Rociar agua constantemente.
También podemos recurrir a un método químico, el cual consiste en sellar la superficie de concreto colocando un producto o compuesto sobre la superficie expuesta y forme una membrana, para evitar la pérdida de humedad.
Hay que tomar en cuenta que la humedad se pierde por todas las caras expuestas al medio ambiente. Así que las caras cimbradas están protegidas de la perdida de humedad, siempre y cuando a las cara expuestas se les de un buen curado. Por lo tanto se recomienda dejar la cimbra lo máximo posible.
En elementos verticales, se puede descimbrar al día siguiente e inmediatamente colocarles algún producto o compuesto químico, para protegerlos.
Durante el curado tradicional, debemos cuidar que el agua no tenga una temperatura 11°C menor que la del concreto, para evitar contracciones y agrietamientos.
Para ambientes con temperaturas mayores a los 10°C, el proceso del curado debe ser de 7 días, a menos de que las condiciones climáticas sean muy agresivas para el concreto, que en dicho caso se debe aplazar otros 7 días más.
Si el concreto se cuela en climas fríos, con temperaturas menores a los 10°C, se debe tener cuidado de mantener el concreto a ciertas temperaturas, para que nuestro concreto no salga deficiente y resistencias indeterminadas.
La siguiente tabla muestra a que temperatura debemos conservar el concreto a diferentes temperaturas ambiente.
Si se desea mantener el concreto arriba del punto de congelación y dentro de los limites de la tabla anterior, los materiales pueden calentarse antes de realizar la mezcla, o el concreto puede mantenerse en lugares caldeados tales como hornos. Si el clima es moderadamente frío sin llegar a la congelación, calentar el agua para la mezcla es una práctica aceptable.
Si se llega a niveles de congelamiento habrá que calentar los agregados también, cuidando de que los materiales no rebasen los 32°C al ser calentados.